El Simpecado del Rocío se desprendió de la Medalla de Oro que se entregó a la Virgen de las Angustias.
La Medalla de Oro de la hermandad del Rocío, que ha ido prendida durante todo el camino hacia la aldea almonteña en el Simpecado le fue entregada ayer a la hermandad de Nuestra Señora de las Angustias para la imagen de la Patrona de Granada. Regresó ayer oficialmente la hermandad granadina desde la basílica hasta la parroquia de San Pedro y San Pablo. El hermano mayor de la Patronal de la Virgen de las Angustias, Antonio González, recibió la medalla de oro ante la presencia del hermano mayor de la del Rocío, Alfredo Alcalde. Dirigió unas palabras el consiliario rociero, José Gabriel Martín y se rezó ante la Patrona granadina.
Después, los romeros caminaron por la Carrera de la Virgen con los hermanos turnándose para portar el Simpecado llevado a mano y en dirección a plaza de Mariana Pineda. Nuestro compañero Manuel Sánchez aseguró a la redacción de GRANADA COFRADE que «acompañaron más personas y hermanos que nunca en dirección a la calle San Matías donde fue recibido por la hermandad de Jesús de la Paciencia y María Santísima de las Penas». Luego, por calle Colcha y Reyes Católicos hasta la Plaza de Santa Ana donde también fue recibido el Simpecado del Rocío por la hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza, con unas palabras del consiliario de ambas hermandades, Martín Rodríguez. Finalizó el camino de regreso con la presencia del Simpecado por su entorno, Carrera del Darro y atrio de San Pedro donde fue portado por el mayordomo saliente de este año, Luis Carlos Oriol, hasta el altar mayor. Fue así la despedida del trabajo realizado por el mayordomo que a decir de numerosos rocieros, ha sido un magnífico e impecable trabajo.