22 de octubre de 2024
Actualidad

«El semblante del Cristo de San Agustín es el del Dolor», dijo el arzobispo Gil Tamayo en el Voto de la Ciudad.

La Corporación Municipal renovó el Voto de Ciudad en el 343 aniversario del cese de la epidemia de peste por intercesión del Santo Cristo.

«Tenía muchas ganas de estar con esta hermandad en este día del Voto. Como Arzobispo debo decir que todas las hermandades son iguales pero debo confesar que la imagen del Cristo de San Agustín me atrae mucho por el semblante del Cristo que es el mismo del dolor y eso nos debe enseñar a todos a mirar al dolor con el mismo amor con el que Cristo lo aceptó», indicó el prelado granadino, monseñor Gil Tamayo, en la Eucaristía de renovación del Voto de la Ciudad al Sagrado Protector de Granada.

Se había formado el cortejo cívico de la corporación municipal en el comienzo de la calle San Antón para bajar por esta hasta el templo conventual del Santo Ángel. En la comitiva figuraban, por el partido Socialista, Nuria Gutiérrez y Juanjo Ibáñez; por Vox, Mónica Rodríguez y por el equipo de gobierno, Encarnación González, Ana Belén Sánchez, Carolina Amate, Rosario Pallarés, Jorge Iglesias y Vito Episcopo, acompañando a la alcaldesa Marifrán Carazo, que fue quien, en nombre de la corporación y de la ciudad dio lectura al Voto de la Ciudad que conmemora el 343 aniversario de la realización del Voto por el cese de una epidemia «que generó unos tres mil muertos en una ciudad de casi cuarenta y cinco mil habitantes y que fue mermando a raiz de la procesión de rogativas celebrada con la imagen del Santo Cristo», como recordó el Arzobispo Gil Tamayo.

En la puerta del templo la comitiva municipal fue recibida por el arzobispo, el director espiritual de la hermandad, Francisco Tejerizo, el hermano mayor, Miguel Luis López-Guadalupe y  miembros de su junta de gobierno. Los himnos de Granada, de Andalucía y de España fueron interpretados por la banda municipal de Granada dirigida por Ángel López Carreño y seguidamente ocuparon los lugares designados tanto para la junta de gobierno como para los señores capitulares del municipio. La misa fue cantada por la propia comunidad religiosa de franciscanas clarisas, que regentan el monasterio contemplativo.