Jesús de la Entrada en Jerusalén estuvo en besamanos en la jornada de ayer, con motivo de la festividad de Cristo Rey del Universo.
Tras la Función Principal del mediodía, que ponía fin al triduo de los días previos celebrado en su honor, se iniciaba el besamanos en el interior del templo de San Andrés hasta las 14,30 horas, siguiendo en horario de tarde, desde las 16,30 horas hasta casi las 20.00 horas.
Se presentaba el Señor vestido de Rey, con su túnica de salida de tisú blanco bordada y su mantolin en terciopelo granate, así como potencias en plata sobredorada. Tras Él, en peana de carrete y en alto, la imagen de la Virgen de la Paz ataviada de luto, como suele ser habitual en las Dolorosas en el mes de noviembre, presidiendo también el altar de forma extraordinaria por la celebración de su cincuentenario en el presente año 2024. Un importante número de candeleros a ambos lados daban luz al altar.
Muchos fueron los hermanos y granadinos que durante todo el día se acercaron a venerar a Jesús de la Entrada en Jerusalén, besando su mano de forma extraordinaria (habitualmente se suele hacer besapiés), antes de que la imagen sea sometida a un proceso de restauración en los próximos meses.