27 de noviembre de 2024
Actualidad

El arzobispo emérito de Granada presidió la Función Principal del Cristo de la Buena Muerte

Un año más, la Cofradía de los Ferroviarios celebró, coincidiendo con la festividad de Cristo Rey, la Función Principal con la que se ponía el broche de oro a los cultos en honor del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Titular de la Hermandad. Una celebración que en esta ocasión fue presidida por monseñor Francisco Javier Martínez, arzobispo emérito de Granada, y concelebrada por Antonio Jesús Pérez Martínez, párroco de San Juan de Letrán y consiliario de la hermandad ferroviaria.

Ante un nutrido grupo de hermanos y con un templo completamente lleno, el arzobispo emérito de Granada destacó que la realeza de Cristo “no es una idea romántica propia de otra época” y recordó que su reinado no tiene nada que ver con el de los monarcas de este mundo, pues el de Cristo es el “reinado del amor”.

Martínez Fernández también invitó a los presentes a observar la calavera que el equipo de priostía de la hermandad había colocado a los pies del Crucificado de la Buena Muerte. Un detalle que, como apuntó, entronca con una antigua tradición en virtud de la cual Cristo habría sido crucificado sobre la tumba de Adán y que nos recuerda que todos fuimos librados de la muerte por su sangre.