Cáritas Diocesana de Granada recauda cerca de 240.000 euros en donaciones para los afectados por las graves inundaciones
Cáritas Diocesana de Granada agradece la solidaria respuesta de la sociedad granadina a la campaña abierta por Cáritas Española para atender la emergencia causada por las graves inundaciones en España. Desde su puesta en marcha, el pasado 29 de octubre, Cáritas Diocesana de Granada ha logrado reunir cerca de 240.000 euros, una cifra que se suma a la recaudada por el resto de Cáritas Diocesanas y coordinadas por Cáritas Española hasta alcanzar algo más de 42 millones de euros.
Las donaciones se han mantenido desde ese día hasta la actualidad, lo que refleja el compromiso solidario y la movilización de la sociedad granadina. Si una semana después del desastre las donaciones se situaban en algo más de 60.000 euros, cuando ya se ha cumplido un mes esa cifra ha ascendido hasta 238.519,81 euros.
“Es toda una satisfacción tener que dar una vez más las gracias a los granadinos y granadinas que han vuelto a demostrar la solidaridad y la capacidad de respuesta de nuestra provincia ante situaciones de emergencia. Queremos agradecer también a nuestros donantes habituales y empresas, así como a las parroquias, que han puesto a disposición de Cáritas numerosos recursos para acompañar, sostener y recuperar los medios de vida de miles de familias que lo han perdido todo como consecuencia de la DANA”, asegura la directora de Cáritas Diocesana de Granada, Luisa María Maeso, quien resalta asimismo la importancia de esa continuidad en el tiempo de las donaciones, “porque, lamentablemente, la recuperación no va a ser cosa de un día sino una cuestión de mucho tiempo”.
Aportación a la recaudación a nivel nacional
Manuel Bretón, presidente de Cáritas Española, afirmó que “Cáritas tiene sobradas razones para el agradecimiento por este apoyo masivo a nuestra misión. La confianza depositada en nuestra capacidad de respuesta a los efectos de las graves inundaciones nos va a permitir seguir estando cerca de las personas más desfavorecidas en un contexto de grave destrucción de sus medios de vida”.
La recaudación a nivel global ha sido de 42.809.752 euros, de los cuales casi 13 millones han sido captados por Cáritas Valencia, algo más de 21 por Cáritas Española y el resto por las distintas Cáritas diocesanas que han abierto campañas, entre ellas la de Granada.
La campaña de captación de fondos en favor de los damnificados por las “Graves inundaciones en España” ha sido la que más fondos ha recibido si se tiene en cuenta el corto periodo de tiempo que lleva en marcha. En cuatro semanas, los donativos se van aproximando a la suma obtenida durante los siete meses que se mantuvo abierta la campaña por la crisis sanitaria del COVID-19, que recogió un total de 65 millones de euros.
Estos fondos permitirán a Cáritas llevar adelante su plan de respuesta a la emergencia.
“Las consecuencias económicas van a dejarse notar durante mucho tiempo, especialmente entre las personas más vulnerables y en situación más precaria. También entonces nos tendrán a su lado, mitigando su sufrimiento y ayudándoles a reclamar sus derechos, una misión para la que también necesitaremos el apoyo de toda la sociedad”, concluyó el presidente.
Hasta el momento, desde Cáritas se han invertido 2,5 millones de euros en ayudas de primera necesidad y reparto de donaciones en especies; se han gestionado colaboraciones de diferente tipo con 500 empresas; se han habilitado 9 almacenes para la recepción y almacenaje de todas las donaciones; se han abierto 4 líneas telefónicas específicas que sólo en los primeros diez días recibieron casi 5.000 llamadas y se han ofrecido más de 350 personas nuevas en las labores de voluntariado.
El valor de las donaciones económicas
Las necesidades de los territorios afectados han ido cambiando a medida que los días han ido avanzando. Por eso la campaña puesta en marcha por Cáritas es de captación de fondos, una fórmula mucho más eficiente porque facilita la adquisición de productos adecuados a las necesidades de la población en cada momento y además permite la compra en mercados locales, lo que contribuye a la activación de la economía en las zonas afectadas. Sin olvidar que esta opción evita costes adicionales y dificultades logísticas.