«Una cofradía que ha sabido adaptarse a los tiempos y las circunstancias pero manteniendo siempre intacta su esencia»
El periodista y cofrade Álvaro Ramos pronunció ayer en San Jerónimo el Pregón del Centenario de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, de San Jerónimo.
Fue un viaje literario y devocional que recorrió la historia centenaria de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Descendimiento del Señor. El responsable de pregonar a esta hermandad del monasterio de San Jerónimo fue el periodista y profesor Álvaro Ramos quien realizó un paseo por la historia de la cofradía del Viernes Santo desde sus orígenes en el siglo XVI hasta los tiempos actuales. Una hermandad que ha tenido capacidad «de adaptarse a los tiempos y las circunstancias pero manteniendo siempre intacta su esencia», dijo el pregonero en su intervención. Álvaro Ramos refirió su experiencia en la hermandad en el año 2015 y tomando como hilo conductor su cortejo procesional y los lugares emblemáticos de su itinerario, realizó un repaso por los momentos de la reorganización de la cofradía en 1925, recordó «los contratiempos que sufrió y que la llevaron a punto de la desaparición», haciendo especial referencia a las características personales de la cofradía, las chías, el color de sus túnicas penitenciales o la liberación de un preso.
El pregonero habló de los Titulares de la cofradía, su valor devocional, histórico y artístico y realizando una reflexión sobre cada una de ellas. Habló del proyecto de misterio de 1925 que se quedó olvidado pues los fondos previstos para su realización se destinaron a las Escuelas del Ave María, del padre Manjón y refirió «las diversas formas de soledad que afronta la sociedad en nuestro tiempo».
Las imágenes titulares de la hermandad ocuparon un lugar central en el pregón. Ramos ensalzó su valor artístico y devocional, aportando una reflexión personal sobre cada una de ellas. En el caso del Cristo del Descendimiento, destacó el proyecto del paso de misterio, ya concebido en 1925, que hoy busca «materializar aquel anhelo procesional que quedó perdido en las páginas del olvido». Sobre la Virgen de la Soledad, profundizó en las diversas formas de soledad que afronta la sociedad en nuestro tiempo, subrayando cómo María se convierte «en refugio y consuelo» para quienes la buscan. La comunidad religiosa de Monjas Jerónimas de Santa Paula, implicadas en la vida de la cofradía desde 1839; la coronación de 1985 y su reconocimiento hace algo mas de dos años con carácter canónico; el traslado al monasterio de San Jerónimo y su implicación en la revitalización del monumento y, finalmente, la reflexión sobre perseverancia de la cofradía en medio de un mundo lleno de constantes cambios señalando como «una verdad inquebrantable y una realidad incuestionable» en una «Granada que la siente más suya que nunca». Durante su intervención, el pregonero recitó varios poemas de autoría propia, aportando un toque lírico a su alocución.
El acto contó con la participación de la delegada municipal de Movilidad, Protección Ciudadana y Sostenibilidad, Ana Agudo, acompañada por representantes de la Policía Local y una delegación de la hermandad del Cristo del Trabajo de la que es hermano el pregonero del centenario de la cofradía del Viernes Santo.
Finalmente la agrupación musical «María Santísima de la Cabeza», de la localidad granadina de Exfiliana y bajo la dirección de Ana Illescas, interpretó las marchas «Anima Christi», «Salve Regina, Encarnación», «Verum», «Madre, Tú eres mi Consuelo» y «Sempiterno».