La mujer en las hermandades fue analizada en la mesa redonda de la cofradía del Cristo del Trabajo
Un grupo de hermanos y hermanas de la cofradía del Cristo del Trabajo asistieron a la llamada de su hermandad para participar en la mesa redonda «La mujer cofrade en puestos de responsabilidad: liderazgo, desafíos y oportunidades». Se contó anoche con la participación de la locutora de radio y pregonera, Emilia Cayuela: la hermana mayor de la cofradía de Jesús Cautivo, Alejandra Cabrera; la directora del Centro de Estudios Cofrades, María José García y Laura Coca, capataz granadina, en un encuentro moderado por el periodista, Álvaro Ramos Ruiz, hermano de la corporación convocante.
En el desarrollo de la tertulia se expresó la circunstancia de que la mujer en nuestra ciudad no está, en líneas generales, relegada en las cofradías granadinas bien al contrario su participación y presencia es muy importante en labores de gestión, con los mismos desafías a afrontar que los hombres y con capacidad de liderazgo. María José García se preguntó el porqué la mesa redonda no estaba moderada por una mujer «y cómo es que tampoco se ha integrado en la misma a ningún hombre». Emilia Cayuela afirmó que «no existe ese problema de discriminación muy acuciado en nuestras hermandades, pero aún así es importante reconocer los avances de los últimos lustros. En el caso de la capataz reconoció que «al comienzo del movimiento de la mujer costalero si hubo quien ese mostró contrariado pero que es algo que está ya superado» afirmando también que sin embargo «no se ha dado oportunidades a la mujer como capataz y en los últimos años ya no hay ninguna con esa responsabilidad». Recordó que en su caso «la disposición de un hombre que no quiso que al frente de un paso de Virgen estuviese una mujer» afirmando que hace poco más de año y medio fue relevada sin justificación como capataz de una cuadrilla femenina». Alejandra Cabrera, por su parte, aseguró que «no me siendo discriminada por mi género del que estoy orgullosa» si bien reconoció que en algunos momentos se «rebaja la participación de la mujer refiriéndose a nosotros como niña o tia» en tono despectivo.