El sacerdote Javier Sabio llenó el Realejo de poesía para cantar a su Semana Santa
Las ocho hermandades del barrio del Realejo terminaron muy satisfechas del pregón que ayer pronunció el sacerdote diocesano y director espiritual de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, natural de Motril, Javier Sabio. Ofreció un pregón muy lírico con poemas que llegaron al corazón de los cofrades que participaron en esta ceremonia de la palabra y la belleza con la que Sabio atrajo la atención de los cofrades llamando a vivir la Semana Santa de un barrio cofrade y amante de sus tradiciones. Después de presentarse y de ponerse a las plantas de la Virgen del Rosario Glorioso de la que es Archicofrade, el pregonero habló de este barrio «que podemos decir que es una pequeña ciudad autónoma fruto de la amalgama de gente y culturas de quienes la habitan o bien participan de él pertenecientes a alguna de sus hermandades». Señaló que «tenemos que reconocer que las cofradías del barrio son grandes gracias a todos los que fruto de su devoción desde cualquier punto de la vega o de los pueblos quieren caminar unidos bajo una advocación».
Hizo referencia el pregonero que la vida cofrade del barrio dura todo el año pero se muestra más ardiente «cuando llega octubre y con él las fiestas patronales del barrio que sacan a la calle a su Virgen» el barrio acrecienta su actividades cofrades que cobran mayor solemnidad con las estaciones penitenciales de la Semana Santa. Indicó Javier Sabio que las hermandades ofrecen «culto y oración sincera» y recorrió cada hermandad a través de la poesía para destacar los escultores que dieron forma a los Titulares, las personas y cofrades que han dado su calor y trabajo a sus respectivas cofradías, el ambiente del barrio en torno a Cristo y María y las «oraciones calladas» que se musitan a través de los ojos y la palabra. El sonido del tambor ronco de la madrugada granadina que también atraviesa el Realejo y el sonido fúnebre del Campo del Príncipe con las campanas de San Cecilio centraron el momento de la Hora Nona del Viernes Santo. «Granada llora y el silencio acompaña a la Virgen de la Soledad que sale presurosa al encuentro de su Hijo. Apenas le quedan lágrimas», sentenció al referirse a «este viernes tan aciago en este particular Gólgota que tiene Granada», mientras sonaba el cornetín que anunciaba las tres de la tarde y el respeto inundó la capilla del Monasterio de la Madre de Dios de Comendadoras de Santiago.
Santa Cena, Oración en el Huerto, Señor de la Humildad, Cristo de la Paciencia, Jesús Nazareno y Tres Caídas, junto al Señor de los Favores y Santa María de la Alhambra centraron el texto del pregón al que no faltó también la recomendación imperiosa de que «las hermandades busquen sobre todo la formación de los hermanos», uniendo su petición «a rezar, a rezar continuamente. Os lo pido que lo hagáis por vuestros consiliarios para que sepamos transmitir con ardor la grandeza que hemos recibido aún siendo frágiles vasijas de barro. Sus últimas palabras sonaron bajo los acordes de una marcha procesional y las campanas tañendo a gloria cuando sale Jesús del Dulce Nombre «el Domingo por la mañana con los albores del alba, nos llegará la noticia que en el cielo ya se canta… la muerte pierde su causa, las campanas que repican han perdido la mordaza pues el triunfo de la vida se revela entre las casas de este barrio que, glorioso sus balcones engalana».
Una larga ovación agradeció el texto del pregón y el pregonero recibió de manos del hermano mayor de Jesús Nazareno, Enrique Ramírez, en nombre del resto de hermandades un recuerdo con las medallas de las ocho cofradías convocantes del pregón.
Acompañaron el acto el sacerdote Rubén Ávila, hermano de la Oración en el Huerto y el consiliario de esta cofradía, Ramón Crucera. Junto a ellos, los ediles municipales, Francis Almohalla, de Participación Ciudadana, y en representación de Vox, Mónica Rodríguez. Además, Concepción Vera, vice secretaria de la Federación de Cofradías, así como la pregonera oficial, Mamen Sánchez, junto a otros representantes de instituciones y hermandades de la ciudad.