25 de abril de 2025
Actualidad

Prosa y verso para exaltar al costalero granadino de la voz de David Morente

Como es habitual en Granada, Domingo de Pasión es sinónimo de Pregón del Costalero en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de nuestra ciudad. La cita, convocada siguiendo la tradición por la cofradía de la Santa Cena, congregó a un buen número de costaleros, capataces, cofrades y hermanos de la corporación del Domingo de Ramos, llenando todo el espacio disponible, para escuchar las palabras del pregonero del presente año, David Morente Rivas.
David Morente, pregonero del Costalero de Granada. Foto Manuel Tabasco.

Tras la presentación que de él hizo su hija, Lucía Morente, breve y concisa, centrada sobre todo en su faceta costalera, el pregonero tomó la palabra para iniciar su texto con un Padrenuestro muy particular, cambiando la letra del mismo en diversos fragmentos por palabras y expresiones típicas del argot costalero.  Con un bello poema quiso sacar «a la calle» a la Semana Santa de Granada y prepararla así para los días de primavera que llegarán en tan sólo una semana, teniendo presentes de esta forma a las hermandades y cofradías que conforman nuestra Semana Santa, alabando «a la ciudad más bonita del mundo» y dejando entrever las sensaciones que comenzarán a aflorar en los cofrades en muy poco tiempo ya.

Combinando en todo momento a lo largo de su intervención la prosa y el verso, David Morente relató cómo quiso ser costalero desde pequeño, viviendo esa afición a la Semana Santa con sus hermanos, jugando de pequeños a los pasos en su casa familiar. Igualmente, explicó cómo llegó a ser «costalero del Señor de la amistad», como él llama al Señor de la Cena, dejando alguna anécdota entrañable de su primera igualá y de la primera llamá que le hicieron bajo el paso, allá por el año 1997.
Relató cómo bajo el Señor de la Paciencia encontró su sitio y se mostró emocionado al narrar que «este año, por primera vez, compartiré trabajadera junto a mi hijo», cumpliendo de esta forma «el sueño de ser los pies del Señor junto a la sangre de mi sangre». También se refirió a su otra gran devoción, el Señor de la Santa Cena, como «Tú, que no tienes nombre», en referencia a su falta de advocación, pero quiso llamarlo «el Señor de la amistad, el Señor de la eterna sonrisa, el Señor de la Eucaristía…», explicando lo feliz que se siente en el seno de una cuadrilla «que ya es familia». Igualmente, habló de su paso por el palio de Consolación y cómo vivió su retirada hace dos años, así como los diez años que fue en Sevilla los pies del Señor de Pasión, para concluir que «salir de costalero con tus amigos no lo cambio por nada».
Dio la bienvenida a las nuevas incorporaciones y expresó que «sé que el final de mi vida costalera cada vez está más cerca, aunque todavía no le he puesto fecha», animando a vestir la túnica nazarena y a engrosar las filas de las hermandades cuando se deja de ser costalero, pues «en algunos casos, ya ni se acercan por la hermandad para pagar su cuota de hermano». Criticó la frase de «los pasos a ruedas», alegando que «las ruedas no tienen sentimientos y las ruedas no engrosan las filas de una hermandad en la calle cuando tu vida costalera se acaba».
Situó la Fe en el centro del trabajo costalero y afirmó que «ese debe ser el principal motivo» para serlo. También indicó, en referencia a las nuevas modas y costumbres que, «ni antes éramos tan malos, ni ahora tan buenos», asegurando que «la técnica es buena y debe estar ahí, pero lo principal es la devoción y la Fe en Dios». Expresó su aceptación a los costaleros que son de varias hermandades y que sacan varios pasos, pero indicó que «uno tiene que saber cuál es tu hermandad, dónde has echado raíces y cuál es de verdad tu sitio», aunque la afición te lleve a sacar otros pasos, «uno siempre tiene que saber de dónde es».
En su intervención, de una hora y cuarto de duración, alabó el desempeño de las cuadrillas de costaleros donde trabaja y/o ha trabajado, así como a sus capataces y compañeros baja el faldón, nombrando a un buen puñado de ellos, para quienes tuvo palabras cariñosas y de afecto. Además, indicó con una elegante poesía los pasos en los que no ha trabajado y le hubiera gustado hacerlo, así como con los capataces con los que «me quedo con las ganas de haber ido a sus órdenes», citando a nombres propios del martillo como Alberto Ortega o Dionisio Martínez.
Especialmente aplaudido fue el fragmento en donde aseguró que «todos somos costaleros de la vida, pues soportamos el peso de la enfermedad, el peso de la soledad, el peso de las primeras decisiones de nuestros hijos», estableciendo así un símil entre el propio trabajo costalero y el propio peso de los problemas que nos plantea nuestra existencia.
Mención aparte merece la parte del texto dedicada a los costaleros contra el cáncer, en donde recreó una carta de una costalera despidiéndose de su hija y animándola a ser costalera cuando fuera mayor como lo había sido ella, pues además del aplauso unánime sirvió para que más de una lágrima se escapara por el Salón del Plenos, dada la emotividad del momento.
El pregonero fue interrumpido en multitud de ocasiones, no sólo por los propios poemas del texto que daban pie a ello, sino por la delicadeza y la sutiliza de sus palabras, directa al corazón, creando pellizco, en la línea de las intervenciones de David Morente.
Guardó un especial guiño para los costaleros «de la Legión Blanca de Dios» porque «el jueves de Corpus es a Dios mismo a quien portamos» y pidió «una calle en Granada para la familia Carvajal» por todo su trabajo en favor del mundo costalero.
En varios momentos del acto se acompañó de la música del dúo «Passio», con Elías Santiago al piano e Ignacio López al clarinete, que pusieron la nota musical en diversos fragmentos del texto, interpretando al final del acto también una composición.
El acto estuvo presidido por la concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Granada, Ana Agudo, junto con el presidente de la Federación de Cofradías, Armando Ortiz, y el propio hermano mayor de la hermandad convocante, Francisco Javier López. También asistieron el edil de juventud, Fernando Parra, y en representación del grupo municipal de VOX, Mónica Rodríguez, además de antiguos pregoneros del costalero de nuestra ciudad, los ex hermanos mayores de la Santa Cena, Víctor Hidalgo y Francisco Barroso, y el hermano mayor de la Esperanza, Luis Sánchez.
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Informa y fotografía Manuel Tabasco/ Redacción GRANADA COFRADE