La Virgen de las Angustias regresó a su camarín.
En la noche del pasado martes fue trasladada la imagen de Nuestra Señora de las Angustias al pedestal de su camarín. Después de las muchas horas de espera, los cultos de todo el mes de septiembre que finalizaban ya, la ofrenda floral del día 15 y las solemnidades del último fin de semana del mes pasado, la hermandad sacramental de la Patrona ha cumplido un año más con la responsabilidad de organizar todas las citas, Eucaristía y participación popular en las jornadas que tan largas se hacen pero a la vez tan reconfortantes.
La procesión, recogida con mayor celeridad y mejor organización, fue una nueva manifestación de amor a la Santísima Virgen y mostró una vez más el cariño y respeto que los granadinos y foráneos sienten al paso de Nuestra Señora de las Angustias. Viste la imagen de la Patrona el manto donado por la Duquesa del Infantado y de Pastrana, de 1757 y la corona donada en 1844 por la Reina Isabel II.
Ya, por fin, cumplida la tradición granadina, la hermandad recupera su actividad ordinaria encaminada a las celebraciones del segundo domingo de febrero, fiesta de la Aparición de la Santísima Virgen.

