Amargura Coronada regresó a su monasterio de Comendadoras

Con cierto retraso sobre la hora prevista comenzaba a salir del interior de la Catedral el extenso cortejo que acompañaba a María Santísima de la Amargura ya Coronada, puesto que a la hora programada inicialmente el cielo de Granada estaba totalmente encapotado y el riesgo de chubascos era notable. Este hecho provocó que se tuviera que reunir la Junta de Gobierno de la Cofradía y que ésta decidiera dar algo de tiempo para comenzar a salir. Finalmente el cielo fue despejándose y la puerta de la Encarnación de la Catedral de Granada se abrió, recibiendo el aplauso de todos los presentes en la plaza de las Pasiegas y dando paso a un numeroso cortejo.
El mismo lo integraban, en primer lugar, las hermandades de Gloria de nuestra ciudad que quisieron acompañar a la Cofradía de la Oración de Nuestro Señor en el Huerto de los Olivos; tras ellas, la práctica totalidad de las de penitencia, así como la Real Federación de Cofradías. A continuación, se situaban todas las hermandades y cofradías de Granada y provincia cuyas titulares marianas están coronadas canónicamente, para dejar paso finalmente a los numerosos hermanos de la cofradía realejeña que acompañaban a su titular mariana en esta procesión de Gloria y Alabanza, incluidos los más pequeños, que con sus campanas de barro iban anunciando la llegada de la Virgen. El paso de palio estrenado el pasado Lunes Santo, cuyo exorno floral estaba compuesto exclusivamente por distintos tipos de flor en color blanco, obra de la familia Vedia Martín, albergaba en esta ocasión a la Madre de Dios Coronada de la Amargura, la cual llevaba sobre su testa la corona que le fue impuesta por la mañana durante la misa estacional, presidida por el Sr. Arzobispo, Monseñor Martínez Fernández.
Tras realizar estación a las puertas del Convento de San Antón, sede de la primitiva hermandad del Huerto, la Virgen de la Amargura se dirigió por la calle Ángel Ganivet a su barrio del Realejo, donde el tiempo parecía detenerse. En la plaza de Mariana Pineda la plegaria musical vino por parte de la Agrupación del Dulce Nombre de Jesús. Momentos especialmente emotivos se vivieron frente a la Imperial de San Matías, donde aguardaba la Virgen de las Penas, o en el Convento de las Carmelitas Descalzas, sede de la Cofradía del Nazareno cuya titular mariana, María Santísima de la Merced acompañada de San Juan, también se encontraba en un sencillo altar a las puertas del templo.
El grueso de las hermandades que acomapañaban a la Virgen de la Amargura hicieron un pasillo en este punto, entre Capitanía y el referido convento, y se despidieron aquí de la hermandad realejeña. Pero las emociones aún no habían terminado; hasta la plaza de Santo Domingo acompañaron las hermandades con sede en este templo dominico, además de los Ángeles, Redención, Esperanza y Favores. Ahí se pudo escuchar la Salve Marinera, además del buen hacer de la Banda de Cornetas y Tambores Jesús de las Tres Caídas.
Entre tanto, innumerables petalás por todo el recorrido para la Reina Comendadora y aire festivo. Las calles se mostraban perfectamente engalanadas por los grupos jóvenes de las cofradías de Granada, y tanto la Banda de Cornetas y Tambores del Gran Poder, a la cabeza, como la Banda de Música de El Carmen, de Salteras (Sevilla), acompañando el paso de palio, contribuyeron a engrandecer este día demostrando un excelente nivel musical y dando muestra de su buen hacer musical, deleitando a todos los cofrades presentes a lo largo del recorrido de la procesión.
Ya en San Cecilio, la hermandad fue recibida por la de los Favores, sumándose también a esta brillante jornada.
Bien entrada la madrugada y con el cansancio típico de haber vivido momentos de gran intesidad y emoción, la Virgen de la Amargura Coronada entraba finalmente en el patio de las Comendadoras de Santiago, poniendo así fin a un día que quedará grabado para siempre en la historia de esta hermandad realejeña y de la Semana Santa de Granada.

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Informa Manuel Tabasco / Redacción GRANADA COFRADE