Cinco horas de ofrenda y miles de ramos a los pies de la Virgen de las Angustias
Muchos granadinos cumplieron con la costumbre de llevar flores a la Virgen de las Angustias en el día de su festividad litúrgica. Como cada 15 de septiembre desde hace treinta y cinco años, la Carrera se llenó de flores sin que hubiera momento alguno de ausencia de colas, ramos, instituciones, asociaciónes, música y todo el aditivo festivo de esta jornada. Fueron cinco horas, desde las seis de la tarde hasta las once de la noche, durante las que un río de personas fluyeron por la Carrera.
El prelado granadino inició la ofrenda con unas palabras en las que instó a todos «sin color e ideología para estar a los pies de la Madre, como símbolo de una gran familia junto a su Patrona». El alcalde de la ciudad, Francisco Cuenca, acompañado por los portavoces municipales del grupo Popular, Rocío Díaz, y de Ciudadanos, Manuel Olivares, ofrecieron las ofrendas en nombre de la ciudad. Diputación Provincial, con su diputado de Turismo, Enrique Medina, y los representantes del Madoc y de la Base Aérea de Armilla también hicieron sus ofrendas, unidos a partidos políticos, empresas, grupos regionales de baile, hermandades, bandas y agrupaciones musicales, y un sin fin de asociaciones privadas, estuvieron en la ofrenda mostrando su cariño y amor a la Patrona granadina.
Volvió a aparecer el helicóptero de la Base Aérea de Armilla con dos palieros que arrojaron flores sobre la Carrera. Eran José Padilla, padre e hijo. Y Rosa Portillo, de Asogra, la Asociación de Sordos de Granada, la que subió a la cesta del coche de bomberos para realizar su ofrenda, con 82 años, en el símbolo de la hermandad de la Virgen de las Angustias, en la fachada de la basílica. Una tarde y noche realmente mariana y memorable para muchos granadinos.