Marcha «Vía Crucis» para la hermandad decana
El 12 de marzo próximo, domingo, se estrenará la marcha «Vía Crucis» compuesta con motivo del Centenario Fundacional de la Hermandad de su nombre, la decana de Granada, por Ismael Gómez, de la banda de los Ángeles, de Granada, que será quien la interprete por vez primera. Es una marcha fúnebre terminada de escribir en la capital hispalense el 22 de noviembre último, día de Santa Cecilia, Patrona de la Música.
Ismael Jiménez Gómez es natural de Sevilla, profesor de Trombón y Maestro de educación musical, trabajando como especialista en música en diferentes escuelas municipales y conservatorios. En el ámbito instrumental ha colaborado con distintas formaciones musicales como la Orquesta Joven Hispalense, Orquesta Filarmónica de Sevilla, Orquesta Sinfónica del Aljarafe, distintas bandas de música de Sevilla y provincia, y ocupa el atril de trombón solista en la Banda de Música del “Maestro Tejera” desde el año 2006. Su formación musical ha sido complementada dedicándose al estudio del Bombardino, la Guitarra española y el Piano, a la vez que ha ido profundizando sus conocimientos en Armonía y Composición. Combina su actividad laboral con la realización de arreglos musicales, adaptaciones instrumentales, transcripciones, instrumentación en general así como composiciones propias de distintos géneros: canciones infantiles, música para obras de teatro, marchas de procesión y capillas, himnos, entre otros. De su producción musical destacan las siguientes marchas: “Las Penas de San Vicente” con la que fue finalista del I Memorial Manuel Font de Anta (certamen internacional de marchas de procesión, Sevilla, 2008) y dedicada a la corporación del mismo nombre; “Mors Domini”, para la hermandad del Santo Entierro (Dos Hermanas); “Rosa del Subterráneo” y “La Esclava del Señor”, ambas para la hermandad de la Sagrada Cena (Sevilla).
La descripción de la obra es como sigue:
La marcha fúnebre “Via Crucis” comienza con una introducción de 6 compases que nos adentra de lleno en el carácter dramático y sobrio que protagoniza a la composición. Compuesta en la tonalidad de Do menor, el primer tema tras la introducción (tema A) intenta reflejar el andar del paso del Señor de la Amargura a lo lejos, tema que se repite con adornos de la madera aguda y que nos conducirá al tema B tras una cadencia rota. Este segundo tema se desarrolla de manera más contrapuntística, entremezclando distintas melodías y en continuo crescendo. A medida que avanza va ganando en fuerza, el paso del Señor se acerca y el incienso nos rodea, hasta que lo tenemos delante y concluye el tema con una semicadencia. Entonces, la percusión nos anuncia un nuevo apartado y a través de un puente y del recuerdo de la introducción la cofradía avanza y se ve llegar el palio de Nuestra Señora de los Reyes. Hemos llegado al trío. Este nuevo tema, tema C, lo encontramos repetido, ambas veces en un matiz suave y adornado la segunda vez por un contrapunto de flauta y oboe. Tras éste se produce una modulación cromática a Fa menor que nos lleva a una tercera repetición del trío, esta vez totalmente variado tanto melódica como armónicamente, rica en contrapuntos y en matiz fuerte. Tenemos el palio delante y el trío llega a su clímax de intensidad. Ya sólo nos queda la Coda final de 12 compases que poco a poco va disminuyendo en intensidad, como si Nuestra Señora de los Reyes se alejara en su tránsito y sólo nos quedara el recuerdo de un conjunto de sensaciones vividas a través de los sentidos.