La procesión de la Octava del Corpus cerró las fiestas en honor al Santísimo Sacramento.

Una hora duró la procesión de la Octava del Corpus en la jornada de ayer, fiesta litúrgica del Corpus Christi. Partió desde la Catedral a las ocho y cuarto regresando por calle Marqués de Gerona y Pasiegas pasadas las nueve de la noche, con repique de campanas y bendición en el altar mayor del templo. Ante la ausencia del arzobispo Martínez Fernández, presidió la Eucaristía previa el canónigo Antonio Muñoz Osorio y figuró tras las andas procesionales acompañado por el deán de la Catedral, Juan Gutiérrez. Estaban ayer algunas hermandades sacramentales por orden de antigüedad precediendo a la Custodia de la Catedral de Granada en el mismo paso sobre el que procesionó el jueves pasado, con adorno de rosas y gladiolos blancos en las esquinas. Mandaba el paso el capataz José Carvajal y era la cuadrilla de Costaleros Sacramentales los que volvían a portar el paso procesional, con la presencia también de Jorge Mario Martín Guerrero. Asistieron las hermandades de la Oración en el Huerto, Jesús Despojado, Sentencia, Santo Cristo de San Agustín, Universitaria, Santa María de la Alhambra Coronada y Silencio.

Tras el paso con la Custodia iba el acompañamiento de la Agrupación Musical del Cristo de la Salud, de Churrriana de la Vega, como es habitual en estos últimos años. La hermandad Sacramental del Sagrario con su hermano mayor Rafael Rodríguez, marchaba tras el paso con el palio de respeto y lo precedía el cabildo de la Catedral. En la presidencia religiosa iba el canónigo Antonio Muñoz Osorio, acompañado por el deán de la Catedral, Juan Gutiérrez. No estaba este año el arzobispo Martínez Fernández.