ALBUÑUELAS: La lluvia deslució la salida extraordinaria de Jesús Nazareno en su tricentenario
La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de Albuñuelas, no pudo cumplir su itinerario completo por las calles de esta localidad del Valle de Lecrín por culpa de la lluvia que apareció, de forma tímida, cuando la imagen ya había realizado buena parte del recorrido procesional. Varias hermandades de localidades próximas a Albuñuelas y de cofradías de la provincia de Granada estuvieron presentes en esta salida extraordinaria, conmemorativa del tercer centenario de la imagen. La talla, de autor anónimo de la Escuela Granadina, se presentó por primera vez en un paso dispuesto para ser portado a costal, mandado por Francisco Molina, con cuadrilla de jóvenes del pueblo en el que se encontraban costaleros y costaleras. «La experiencia ha sido muy buena y vamos a comenzar a trabajar desde ahora para la realización de un nuevo paso que pueda ser llevado a este sistema», nos comentaba el hermano mayor de la hermandad, Jesús Jiménez Hita. «Es una lástima que la lluvia no nos permitido cumplir todo el recorrido y pasar por las calles y casas donde algunos enfermos querían ver a la imagen del Nazareno por el que en Albuñuelas hay una singula devoción», nos comentó el hermano mayor. Por su parte, el párroco de la localidad, Javier Sánchez, nos refirió que «independientemente de que sean más o menos practicantes, en el pueblo hay una devoción muy fuerte por el Nazareno y la protección que ha ejercicio desde siempre sobre esta localidad», asegurando que «este año es muy importante para el pueblo por las actividades que se están programando y que esperamos puedan salir todas bien con frutos espirituales para Albuñuelas».
El cortejo estuvo acompañado por la agrupación musical «La Salud», de Churrriana de la Vega, dirigida por Israel Navarro, quien también había cedido el paso procesional para portar al Nazareno. Claveles y rosas rojas eran el adorno floral del paso procesional alumbrado por candelabros de guardabrisas. la imagen del Nazareno vestía túnica de 1902, bordada en oro sobre terciopelo morado. Algo más de una hora pudo estar en las calles de la localidad regresando a su templo a los sones de «Ave María», de Caccini, que emocionó a la entrada de la parroquia a los vecinos que llenaban totalmente el templo.