13 de mayo de 2024
Actualidad

Adiós a la casa de hermandad alhambreña de la placeta de San Gil

Ayer se ponía punto y final a una historia de convivencia de treinta y cinco años. Diversos motivos han llevado a la cofradía de Santa María de la Alhambra Coronada a abandonar su casa de hermandad por la que han pasado hasta cinco hermanos mayores durante su respectivos períodos de gobierno y numerosos integrantes de las mismas. Desde Juan Alonso Roda hasta Antonio Olivares Espigares, pasando por Antonio Olivares Cano, Miguel Hurtado y José Luis Ramírez Domenech.

Han pasado exposiciones, horas de convivencia, retiros, celebraciones Eucarísticas, Miércoles de Ceniza, celebraciones navideñas, días de la Cruz, entrega de la llave de la Semana Santa, cubiertas para pregones y exaltaciones, conferencias y charlas formativas. Han pasado hermanos de numerosas cofradías que hoy no están entre nosotros y cuyas enseñanzas y recuerdos permanecen en nuestra memoria.

Foto GRANADA COFRADE

La Casa de Hermandad de la cofradía alhambraña, en la placeta de San Gil, establecida sobre el lugar donde se fundó la cofradía, ha sido escenario de muchos momentos cofrades vividos entre sus paredes. Las mismas hablaban de esos recuerdos, dejaban testamentos de los mismos, fotografías y ecos de voces que son parte importante de la Semana Santa granadina. En su fachada queda el retablo cerámico como testimonio de una preciosa historia de hermandad.

Ya es un entrañable y querido recuerdo para muchos cofrades de la ciudad. Ayer se veía desalojada definitivamente y sus pareces totalmente desprotegidas de las enseñanzas de la historia. Todo ello se trasladaba al local social de cofradía, en el barrio de Cervantes, seguramente dispuesto a no morir nunca.