Elaborada puesta en la calle de la Cruz de Mayo infantil de la cofradía de las Maravillas

El Grupo Joven de la Hermandad, tal y como comunicó Armando Ortiz, el Hermano Mayor de la corporación a esta redacción, ha sido el que «desde hace un año ha trabajado para poner en la calle está procesión infantil que ha atraído a jóvenes y mayores». Un cortejo en el que no faltó de nada: Cruz de guía, varas de acompañamiento, bacalá de la hermandad, faroles, senatus y un largo etcétera conformaba un desfile en miniatura de lo que cada año pone en las calles cada Domingo de Ramos la Hermandad de la Sentencia. Unos enseres que han sido confeccionados con mimo y cariño desde el Grupo Joven para que los más pequeños de la Hermandad sientan como suya la corporación del Domingo de Ramos.

Tras el cortejo procesionaba la Cruz de Mayo de la Hermandad en unas pequeñas pero trabajadas andas llevadas por unos 12 costaleros que se esmeraron en vestir la indumentaria típica del cuerpo de costaleros de la Hermandad. La cruz que se procesionaba es una réplica de la que tiene el Cristo del Silencio , original de José de Mora , en la iglesia parroquial de San José. El exorno floral de la misma consistía en un calvario muy bien cuidado imitando la piedra del monte Gólgota, escoltada por cuatros candelabros de la candelería de María Santísima de la Maravillas. Poco después de las 2 de la tarde llegaba de nuevo el cortejo a la iglesia parroquial de San Pedro y San Pablo tras descender por la Cuesta del Chapiz al Paseo de los Tristes. «Un evento que ha atraído a niños de otras hermandades», tal y como dijo Armando Ortiz, que fue del agrado de un gran número de personas que acompañaron en todo momento el discurrir del cortejo por las calles del Albayzin