El monasterio de San Jerónimo lleno para venerar a la Virgen de la Soledad

«Es deseo del sr. Arzobispo que esta celebración se revista de solemnidad para honrar a la Virgen de la Soledad y que sirva también como estímulo a la hermandad para seguir trabajando por la Iglesia de Granada y por la devoción a la Virgen», indicó ayer el vicario episcopal, Francisco Tejerizo, en el transcurso de la celebración de reconocimiento diocesano a la devoción que la ciudad de Granada ha prestado a la Virgen la Soledad a lo largo de la historia. El vicario episcopal señaló que «hoy nos sentimos que somos la Iglesia de Granada y estamo invitados a escuchar el menseje del Evangelio». Hablo de la devoción a la Virgen, de la imagen de la Soledad de María al pie de la cruz, de los momentos personales vividos en el monasterio de San Jerónimo junto a la comunidad de religiosas jerónimas y de la necesidad de vocaciones para la Iglesia de Granada.

Numerosos fueron los hermanos y miembros de otras cofradías que vivieron esta celebración que contó con la participación del coro «Milenium» que dirigió Algis Zaboras y con la asistencia de hermanos mayores de buen número de cofradías de la ciudad de Granada, representantes de hermanos mayores honorarios de la cofradía, Federación de Cofradías con su vicepresidente Armando Ortiz y la presencia de las monjas Jerónimas de Santa Paula. La Virgen de la Soledad se presentaba tal y como lo ha hecho en el triduo extraordinario que precedió a esta solemne celebración en la que se dió lectura por parte del hermano mayor, Enrique Crespo, al acuerdo del Consejo Diocesano del 27 de mayo de 2017 en el que se reconoce la devoción ancestral a la Virgen de la Soledad y se le conmina a la hermanad a seguir trabajando por ello.