PELIGROS: Regresó, con máxima prudencia, la «Fiesta de las Mozuelas»
En esta localidad del Area Metropolitana de Granada, se celebró ayer una de sus grandes fiestas como es esta festividad que se desarrolla desde el año 1811, donde en plena Guerra de la Independencia las tropas napoleónicas roban al Santísimo Sacramento del Altar y un grupo de personas consigue recuperarlo aunque desgraciadamente hubo muertos como fue el hijo del sacristán que murió en el campanario de la iglesia. Como curiosidad siempre han sido las jóvenes solteras las que han precedido al Santísimo arrojando flores a su paso, por eso este nombre.
En un año 2021 en plena desescalada cofrade Peligros dio un gran ejemplo de como poder celebrar una procesión por las calles con todas las medidas anticovid, aunque escasos metros eran los que separaban la parroquia del parque Blas Infante donde se celebró una Eucaristía con aforo limitado en el anfiteatro de dicho parque, Protección Civil controlaba el aforo en todo momento y el uso de la mascarilla.
El trayecto de la procesión estuvo acotado por Policía Local, vallas y balizas, donde sólo estaban los integrantes del cortejo ocupando la calzada. El cortejo estaba compuesto por miembros de la Asociación Cultural «Sagrada Reliquia de San Idelfonso», miembros de la parroquia y de la corporación municipal junto con el acompañamiento musical de la Banda y Unidad de Música «Angeles» de Granada que volvía a actuar después de 14 meses de inactividad musical.
Las calles, balcones se encontraban engalanados por donde iba a procesionar el Santísimo y en el centro del anfiteatro se encontraba en el escenario un altar efímero montado para la ocasión donde no faltaba el buen gusto. Presidía la reliquia de San Idelfonso, junto con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y la imagen de María Inmaculada pertenecientes a la parroquia.
El acto duró unas tres horas, siendo un concierto de pasodobles y marchas militares antecediendo a la procesión del Santísimo hasta la inmediaciones de donde se celebró la Solemne Eucaristía y procesión de vuelta a la parroquia. No faltó un castillo de fuegos artificiales al término de la Eucaristía.