La Virgen de la Paz presidió el Vía Lucis del 75 aniversario de su cofradía de penitencia
Dentro de los actos del 75 aniversario fundacional de la Ilustre Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de la Paz que se vienen celebrando durante el presente año, ayer sábado tenía lugar un Vía Lucis Extraordinario con la imagen de la Virgen de la Paz. La imagen de la Santísima Virgen se presentaba en sus andas de traslado habitual, acompañada de la imagen de San Juan Evangelista, del misterio de la Borriquilla y Patrón de la juventud cofrade, en un nuevo gesto de la hermandad por tener siempre presentes y cercanos a los niños y a la juventud, cuyo papel ya fue destacado a primeros de año, con las recordadas Misiones Escolares que protagonizó el primer Titular de esta cofradía del Domingo de Ramos granadino.
Acompañada por 19 parejas de hermanos, se fueron rezando las distintas estaciones del Vía Lucis a lo largo de todo el recorrido previsto, visitando aquellos templos en los que la cofradía ha permanecido a lo largo de los últimos años, cuando su parroquia se encontraba clausurada debido a las obras de rehabilitación que se prolongaron por espacio de 17 años, incluido en ese periodo las propias obras y el tiempo en dónde se mantuvo la inactividad restauradora.
Con tocado a tablas, saya granate bordada en oro, corona de salida, toca de sobremanto y manto verde en clara alusión a la esperanza de una pronta Paz en el mundo (el Vialucis se ofreció por las intenciones de la Paz en Ucrania), la dolorosa del Domingo de Ramos iba escoltada en las esquinas delanteras por los candelabros de guardabrisa del paso de misterio de esta corporación nazarena, distinguiéndose así en su presentación de la forma habitual en que suelen presentarse las imágenes marianas para este tipo de actos y recordando, una vez más, a la presentación que se hizo con Jesús de la Entrada en Jerusalén en el regreso de las misiones escolares desde Santo Domingo.
La rosa pitimini y el clavel, junto con otros tipos de flor, todos ellos en colores blancos y claros, fue el exorno floral elegido para esta ocasión.
Tras el rezo de la primera estación en el interior del templo de San Andrés, a las siete de la tarde se ponía en la calle el cortejo, guiado por la cruz parroquial y ciriales, tras los que seguían los hermanos acompañando con cera. Guión de la cofradía y presidencia encabezada por el hermano mayor, José Antonio Gámiz, precedían al cuerpo de acólitos y a las propia andas de la Virgen de la Paz. También acompañaba un grupo de viento de la Banda de Música de los Dolores, que acompañó por primera vez el último Domingo de Ramos al paso de palio de la Virgen de la Paz. Igualmente, figuraba en el cortejo el párroco de San Andrés y consiliario, Francisco Lorca, acompañando esta vez sí a su hermandad (cabe recordar que en ningún traslado de los ocurridos entre enero y febrero con motivo de las misiones escolares se vio al consiliario acompañando a la hermandad).
En poco más de una hora y media se completó todo el trayecto, dejando momentos emotivos junto al Santuario del Perpetuo Socorro, con la Archicofradía de su nombre y la propia Comunidad Redentorista, muy ligados en todos los años en que la cofradía tuvo que salir de este lugar cada Domingo de Ramos, o el templo de San Justo y Pastor, que también albergó a los Titulares de esta hermandad durante varios años al cerrar el templo de Santiago por peligro en sus cubiertas. Allí esperaba una representación de la hermandad de los Estudiantes. El paso por la iglesia de Santiago, con la Comunidad de Religiosas de María Inmaculada como protagonista, fue otro de los momentos significativos de la tarde.
De esta forma se sigue cumpliendo el calendario previsto de actos conmemorativos del 75 aniversario.