22 de noviembre de 2024
El Cabildo

«Todo tiene su momento» por Miguel Villoslada

Existe una pequeña frase de San Agustín que dice para ver a Dios es necesario el silencio.

Con esta frase quiero comenzar una reflexión que debemos de hacernos todo cofrade y es la falta de silencio y respeto por parte de los que a pie de calle ven el discurrir de nuestras hermandades, uno de los casos evidentes son los plausos en cada una de las “levantás” que se realizan a los pasos sea una hermandad de carácter serio o de carácter de barrio.

Dios no quiera que entendáis lo que digo como que no se aplauda, pero pienso que hay que guardar un decoro y saber que hay un momento para cada cosa, pongámonos en un contexto diferente ante la presencia del cortejo de una Hermandad de las llamadas de “negro” como en el caso de la Hermandad de San Agustín su cortejo invita a la reflexión o al menos a observar la calidad de su insignias y su  discurrir por las calles del centro de Granada, no logro entender como el espectador no es capaz de guardar la compostura ante lo que ve ante sus ojos, o mejor dicho a leer entre líneas que lo que se nos presenta es un cortejo luctuoso ese luto roto por el incesante ruido del público.

Este desmedido afán por aplaudir, llego a mi parecer el Miércoles Santo donde como un concierto un grupo de costaleros jalearon al público como si de Fredy Mercury se trataran para que aplaudieran y se exaltaran más, recordemos que nos encontramos en unos días Santos, y la imagen que se puede dar puede ser nefasta, no digo que en el momento de la decisión de salir o no salir para realizar la estación de penitencia no se aplauda pero llegar a ese extremo rompe el decoro que debe de tener una estación de penitencia.

Al público que ve los cortejos procesionales en general le falta formación para ver la Semana Santa no como un mero espectáculo o banalizarlas como algo bonito que ver o quedarnos solo en esas superficialidades de la que corre el peligro la Semana Santa en general.

Deberíamos de haber aprendido de estos dos años tan duros que hemos tenido el primer año se vivió la semana santa en la intimidad de nuestras casas celebrando los días santos unidos desde las pantallas y alejados físicamente de nuestros titulares, y el segundo año pudimos vivirla desde la cercanía  no solo de nuestros titulares si no del hermano haciendo hermandad de nuevo, y este año ha sido la Semana Santa del reencuentro dentro de una normalidad pero ha dado la sensación de dar un paso atrás en todo lo alcanzado antes de la pandemia.

Aprendí mucho de religiosidad popular gracias al recordado Cardenal Fray Carlos Amigo Vallejo quiero citar unas citas del pregón de la Semana Santa de Madrid pronunciado en la Catedral de la Almudena en el año 2021 “la imagen se mete por los ojos y llega al corazón. El hombre que contempla la imagen debe transformarse en Cristo. La imagen hace que llegue el sonido de la Palabra y la Palabra convierte el corazón”

Por Miguel Villoslada