27 de noviembre de 2024
Actualidad

El Simpecado del Rocío se venera a partir de las siete de hoy, en las Angustias y se trasladará a San Pedro y San Pablo a mano

El taller de Angulo, de Lucena (Córdoba) acometerá la restauración de la carreta del Simpecado

El Simpecado del Rocío, bordado por las Dominicas de la Piedad en 1980 siguiendo diseño de Miguel López Escribano, se venera durante los días de hoy y mañana en la basílica de Nuestra Señora de las Angustias. Así estaba previsto pero el Simpecado no llegará hasta esta tarde, a las siete, al templo patronal. La vice hermana mayor de la hermandad, Patricia Cervilla, informó ayer a GRANADA COFRADE que «ha sido un camino accidentado y ya tenemos ganas de llegar a San Pedro y San Pablo». Ayer mismo tres vehículos que acompaña la comitiva de regreso tuvieron también averías y tuvieron que parar en La Roda para subsanar los problemas. «En cualquier caso mañana estará en la Basílica de la Patrona el Simpecado y allí se podrá venerar hasta el jueves día 9 que regresará a la sede de la hermandad de gloria», informó.

La comitiva o procesión de regreso será por la Carrera de la Virgen, partiendo desde la basílica a las siete de la tarde. Después girará hacia la plaza del Campillo, Plaza Mariana Pineda, San Matías, Pavaneras, Colcha, Reyes Católicos, Plaza Nueva y Carrera del Darro para depositarse en la hornacina donde se venera durante todo el año. El Simpecado será portado a mano «puesto que la Carreta ya ha salido para la localidad cordobesa de Lucena» señala la vice hermano mayor, quien ha adelantado a nuestra redacción que «en el taller de Angulo se va a trabajar de inmediato para abrir la carreta y arreglar los desperfectos sufridos en la salida del 28 de mayo cuando volcó hacia atrás». Este taller ha supervisado el estado de la carreta del Simpecado y recomendó tomar algunas medidas para evitar males mayores y aseguró que «se puede hacer el camino porque los desperfectos no son estructurales de la carreta» aún así se ha evitado en todo momento que los peregrinos estuvieran detrás de la misma y se ha supervisado con detenimiento «cualquier cambio que se observara a peor en el camino, algo que afortunadamente no ha pasado».