27 de abril de 2024
Actualidad

José Manuel Bonilla suaviza la tonalidad cromática de la encarnadura de María Santísima de la Misericordia

La imagen de María Santísima de la Misericordia se ha visto sometida a «una intervención de limpieza, principalmente» según fuentes de la propia hermandad. Durante el periodo estival el taller de José Manuel Bonilla, de Sevilla, ha trabajado para devolver a la imagen de la Virgen la policromía natural que presentaba antes de la última intervención y que se había aún oscurecido más.

Bonilla realizó en 1992 dos intervenciones. La primera devolvió la  imagen a Granada con una policromía oscurecida y enrojecida en los párpados de la imagen que no convenció a los hermanos por lo que realizó una limpieza para devolver a la talla un aspecto más natural que es el que ha mantenido los últimos treinta años. El cabildo de hermanos supo de la intevención que acometería Bonilla Cornejo y el resultado ha sido satisfactorio, según relatan a nuestra redacción. En unas semanas, el escultor y restaurador vendrá a Granada -ya lo hizo en las últimas conferencias de junio de 2021 que la cofradía organizó con motivo de una serie para conocer el legado del autor de la Virgen, Francisco Morales- para dar el informe a los hermanos de este proceso de conservación.

La Virgen de la Misericordia es una Dolorosa de vestir de candelero, adquirida por la hermandad al convento de los Ángeles en la calle Molinos, en 1945. La cofradía pagó por ella a la comunidad de franciscanas clarisas la cifra de cinco mil pesetas y tal vez la entrega de la primitiva imagen de esta advocación, obra de Antonio Martínez Olalla (1907-1984) y allí la depositó y dejó en herencia Dolores Torres Agrela. Se le conocen tres restauraciones, realizada la primera tras su adquisición para adaptarle nuevo candelero, por Eduardo Espinosa Alfambra. Posteriormente en 1969 se le confiere a Aurelio López Azaústre quien le vuelve a cambiar el candelero tras el incendio de San Cecilio sufrido aquel año, y le confecciona nuevas manos. La última, ya indicada, en 1992 por el sevillano Bonilla Cornejo.