La primera visita del nuevo arzobispo coadjutor de Granada fue al camarín de Nuestra Señora de las Angustias.

«He venido a servir y pido la protección de la Virgen bajo su manto», señaló el arzobispo coadjutor de Granada, monseñor Gil Tamayo, en las palabras que indicó a los hermanos de la Sacramental de Nuestra Señora de las Angustias en el camarín de la Patrona de Granada. El prelado que tomó posesión el día anterior, quiso que su primera visita fuese para postrarse ante las planta de la Virgen y situarse bajo su manto, de rodillas. En el camarín fue recibido por el hermano mayor de la hermandad, Antonio González, y por el párroco y director espiritual Blas Gordo. Estaban también otros miembros de la hermandad, ex hermanos mayores y decanos de las distintas ramas de la corporación patronal.

Monseñor Gil Tamayo recibió de manos del hermano mayor un recuerdo de esta su primera visita. Era un soporte con la silueta de la Santísima Virgen de las Angustias junto con uno de los pañuelos que Ella lleva en sus manos y una insignia de plata con el corazón traspasado por los siete puñales. En una ocasión próxima el nuevo arzobispo coadjutor recibirá la medalla de la hermandad como miembro de su junta de gobierno, exactamente igual a la que posee el arzobispo Martínez Fernández y que fue la que usó el día de la toma de posesión del prelado coadjutor junto a su cruz pectoral.

También presidió la Eucaristía de las seis de la tarde ante la imagen de la Patrona concelebrada por los sacerdotes que atienden la parroquia auxiliando a Blas Gordo y al párroco emérito, Francisco Molina Carretero.