Eucaristía del Centenario de Don Andrés Manjón y regreso de la Virgen del Rosario a Santo Domingo

Poco más de veinticuatro horas se ausentó la imagen de Nuestra Señora del Rosario de su sede de Santo Domingo. Si el sábado salía a las siete de la tarde el domingo regresó sobre las nueve de la noche al interior del templo, después de interpretarse la Salve Marinera a la Virgen de Lepanto, copatrona de Granada. Por la mañana, y retransmitida por la emisora autonómica, se celebró en la explanada de acceso a la capilla de la Casa Madre de las Escuelas del Ave María, junto al río Darro, la Eucaristía presidida por el arzobispo de Granada, monseñor Gil Tamayo, y concelebrada por el prior de los Dominicos, Fray Antonio Bueno; el abad del Sacromonte, Antonio Fernández Siles y el canónigo de la Catedral, Miguel Ángel Morell. El arzobispo habló de la importancia del Venerable Andrés Manjón, de su obra e institución educadora para niños necesitados de finales del siglo XIX y de la devoción a la Virgen del Rosario a la que declaró Patrona de las Escuelas del Ave María en 1881. La misa fue cantada por el coro Federico García Lorca.

Ya por la tarde, a las siete, la imagen partió desde el colegio de la Cuesta del Chapiz acompañada por la banda y unidad de música «Los Ángeles», de Granada, interpretándose en la salida «Forja de Almas», un pasodoble militar basado en la película de su mismo título de 1943, en la que se relata la vida de Andrés Manjón, obra del maestro Francisco Alonso. El cortejo lo integraban los hermanos y miembros de la Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario y portaban a la Virgen, en las andas de la Virgen del Rosario de la Malahá, sus costaleros a las órdenes de Alberto Ortega. Al pasar la Virgen por el convento de la Concepción se ha girado hacia la comunidad de religiosas que la recibieron.