12 de mayo de 2024
Actualidad

La cofradía del Vía Crucis celebró misa ayer en la Capilla Real

Vía Crucis en la Capilla Real. Foto Hdad.

Fue presidida por el Arzobispo Gil Tamayo, con motivo del XXV aniversario de la Virgen de los Reyes

La hermandad del Santo Vía Crucis, la decana de Granada, ha sido recibida en la placeta de acceso a la Capilla Real por Manuel Reyes, Capellán Mayor de la Capilla Real de Granada. Todos los hermanos entraron encabezados por el guión y la escolta de varas (entre ellos el hermano mayor y Manuel Reyes) por el pasillo central hasta llegar al lateral izquierdo donde se encuentran los Sepulcros Reales. Al inicio de la misa, el arzobispo Gil Tamayo ha saludado a la hermandad en esta jornada en la que se conmemoraba el XXV aniversario de la incorporación de la Virgen de los Reyes a esta hermandad. En la homilía también el propio prelado ha citado a la Virgen de los Reyes. Miembros de la Hermandad han participado en las dos lecturas, salmo y peticiones.

Al término de la misa todos los hermanos han venerado a los Reyes Católicos al pasar por la cripta donde se veneran los cuerpos de los Reyes Católicos y de la Reina Juana y Felipe el Hermoso.

A continuación han pasado a la sacristía donde hemos podido conversar unos minutos con el Arzobispo y con los capellanes reales.

Por último, ya en la sacristía, el Capellán Mayor, Manuel Reyes ha ofrecido una breve explicación de las piezas que se exhiben en la misma, pertenecientes al legado de la reina Isabel. Ha regalado a la Hermandad el libro Esperar con los testigos del propio Reyes y se lo ha dedicado a la Hermandad con la siguiente dedicatoria: «A la venerable Hermandad del Santo Vía Crucis con mi mayor estima, Granada 18 de febrero 2024».

La hermandad ha quedado en realizar una visita cultural en noviembre, fecha de la muerte de la Reina para poner el broche al XXV aniversario. La misa del día de hoy ha coincidido justo con el día en el que la Hermandad reunida en Cabildo de hermanos aprobó la incorporación de Nuestra Señora de los Reyes en la estación de penitencia del Martes Santo, sustituyendo a María Santísima de las Lágrimas.