«Nuestra Esperanza se basa en la fe y en Dios que no nos defrauda»

Monseñor Gil Tamayo, Arzobispo de Granada, presidió la Eucaristía de Apertura del Año Jubilar en la S.A.I. Catedral
La Catedral de Granada se llenó de fieles para la apertura del Año Jubilar decretado por el Papa Francisco para la celebración del 2025 aniversario del nacimiento de Jesús. Un año jubilar que se celebra cada 25 años en todo el orbe católico y que estuvo presidido por la imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia, del Silencio. Se había trasladado por la mañana la imagen del Crucificado desde San José hasta el Sagrario y con posterioridad se procesionó la imagen desde el templo del Sagrario hasta la puerta principal de la Catedral donde fue recibido por el arzobispo Gil Tamayo y se depositó a las plantas del presbiterio. Medio centenar de sacerdotes concelebraron la Eucaristía de Apertura. El hermano mayor de la cofradía de la parroquia de San José manifestó a nuestra redacción «el enorme honor que supone para nosotros y para toda la hermandad que nuestro Titular se escogiera para presidir el Año Jubilar en el interior de la Catedral» y recordó como en 2009 «estuvo en el Sagrario para el quinario de cuaresma y la función principal en el interior de la Catedral, con motivo del 75 aniversario de la fundación de la cofradía que ahora ya está en su centenario».
El prelado granadino habló de las familias, de las dificultades de muchas de ellas y de la necesidad de sembrar esperanza en todos los rincones del mundo actualmente en conflictos. Recordó a las víctimas de la Dana de Valencia y de muchos rincones de sur y este de España y tuvo palabras de aliento para las personas más necesitadas señalando la Esperanza que deja Cristo en este Año Jubilar acogido bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”.
A la conclusión de la celebración Eucarística la imagen del Cristo de la Misericordia quedó en el interior de la Catedral donde permanecerá durante todo el Año Jubilar hasta su clausura el 28 de diciembre de 2025.