24 de noviembre de 2024
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Nota del Arzobispado en homenaje al cardenal Fernando Sebastian, exarzobispo coadjutor de Granada

Foto Arzobispado
Foto Arzobispado

En el mediodía del domingo del Bautismo del Señor, conocía Granada que el Papa concedía el cardenalato a Don Fernando Sebastián. Toda la comunidad católica granadina, con su Pastor Don Javier, hemos recibido esta noticia con una profunda alegría. Porque su paso por Granada, corto y lejano ya, es recordado con el mayor afecto. Hemos recordado la alegría con que en abril de 1988 se conoció el nombramiento del Secretario de la Conferencia Episcopal, como Arzobispo Coadjutor con derecho a sucesión de la Archidiócesis de Granada.

Don Fernando tomó posesión de su ministerio episcopal en Granada el día 5 de junio. Pueblo y clero supieron sabiamente compaginar su amor filial y verdadera devoción por el arzobispo Don José Méndez con la gran alegría y esperanza que trajo la incorporación de Don Fernando a la diócesis. Por la personalidad y trayectoria anteriores del nuevo pastor diocesano y por el momento que vivía la diócesis comprometida toda ella en la preparación comunitaria del Sínodo Diocesano, que, ideado y convocado por Don José Méndez para 1989, se preparaba desde hacía varios años.

Se dibujaba un ministerio episcopal que se pensaba largo, denso y rico para Granada. Pero luego fueron sólo cinco años. Repartidos, además, en Granada y Málaga. Compartidos en responsabilidades, también, con otros ámbitos eclesiales: Conferencia Episcopal, Salamanca, Sínodo Europeo, Jornadas Internacionales de la Juventud… Saturados de intervenciones en la variada geografía española.

En septiembre de 1991 el Santo Padre le confió la Diócesis de Málaga como Administrador Apostólico, dedicando a partir de esa fecha más tiempo a esa Iglesia hermana a donde se trasladó a vivir para poder atenderla mejor. Sin embargo, siguió contando Granada con la ayuda de su ministerio.

Cuando en marzo de 1993 se supo el traslado a Navarra, se cerraron en el estrecho espacio de un quinquenio todas las expectativas. Pero Don Fernando dejó en Granada un legado muy rico en magisterio, en gobierno pastoral, en cercanía y atención a los sacerdotes y a la vida consagrada, en iniciativas con los laicos. La actividad pastoral de Don Fernando Sebastián llegó a todos los ámbitos de la diócesis granadina. Todos tuvieron ocasión de saber de la sencillez y cercanía de su actitud evangélica, de la profundidad y claridad de su doctrina y de la eficacia de su trabajo pastoral, lleno de disponibilidad y decisión para afrontar las más diversas situaciones.

Se despidió de Granada el domingo 25 de abril de 1993 con una misa en la Catedral concelebrada con Don José Méndez. Las naves llenas de fieles y un profundo sentimiento en todos los asistentes eran un signo. Hubo otras despedidas. En la mañana del 26 de abril con los sacerdotes y religiosos; en la tarde con seglares y personas consagradas. Ambas muy vivas: de profundo sentido eclesial y amor cristiano.

El reconocimiento a su persona y magisterio episcopal en León, Granada, Málaga y Pamplona-Tudela por parte de Santo Padre, llega de alegría a la Iglesia en Granada, a su Pastor Diocesano, a sacerdotes y consagrados, a laicos. Damos gracias a Dios por una trayectoria de servicio a la Iglesia tan rica, clara y constante, y agradecemos al Papa Francisco el gesto que ha tenido con Don Fernando. A él le manifestamos nuestra profunda alegría y le reiteramos los profundos sentimientos de fraternidad cristiana y amistad que los católicos granadinos le tenemos. Pedimos al Señor que su gracia acompañe los esfuerzos del Cardenal Sebastián para continuar desarrollando un servicio magisterial que es muy importante para la Iglesia y la sociedad española.