Cien años de «Borriquilla» celebrados en seis horas de salida extraordinaria
Casi seis horas duró la salida extraordinaria de la cofradía de la «Borriquilla» en la celebración del primer centenario de la realización y bendición de la imagen del Señor en su Entrada Triunfal en Jerusalén. Las inmediaciones de la parroquia de San Andrés se encontraban expectantes ante la salida, dieciocho años después del cierre de la parroquia, del paso de la «Borriquilla» que lo hizo de manera impecable, de rodillas sobre una pequeña rampa dispuesta para igualar el pavimento, el Señor sin potencias y con la palmera bajada. Alberto Ortega mandaba el paso en el que se turnaron las dos «igualás», la alta y la baja, tanto del paso de misterio como la del palio.
En la puerta, el arzobispo, hermano de la corporación desde la semana anterior, acompañó la salida del cortejo repartiendo estampas del centenario a los asistentes. En las filas, treinta y cinco parejas de hermanos tras las representaciones de las cofradías de las hermandades de Jesús Nazareno de Albox, y de la Borriquilla de Padul, junto con las cofradías del Resucitado, Lanzada, Nazareno, Cautivo, Estrella, Universitaria, Concepción, Ferroviarios, Aurora, Maravillas, Oración en el Huerto, Favores, Alhambra, Rosario, Esperanza, Santa Cena, Rescate, Descendimiento, Santo Sepulcro y Vía Crucis, estuvieron presentes en el cortejo acompañando a esta centenaria imagen. Detrás de esas treinta y cinco parejas se habían dispuesto otras once de niños en un tramo infantil, el quinto, para continuar con un sexto formado por las diez parejas de hermanos más antiguos de la corporación. La Federación de Cofradías con su presidente, Jesús Muros, y el hermano mayor de la corporación ocupaban la presidencia, acompañados por el Subdelegado del Gobierno, Francisco Fuentes, y el hermano mayor que gobernaba la hermandad cuando la iglesia tuvo que ser cerrada, Antonio Medina Piñar.
«Bendición en San Andrés» fue la marcha con la que salió el misterio, interpretada por la agrupación de María Santísima de la Estrella, que ofreció composiciones de corte clásico, propias de la formación y de alta calidad interpretativa. Abrió el cortejo la banda de las Tres Caídas, que acompañó al misterio de la «Borriquilla» durante varias «chicotás» en calle Santa Paula. Se habían adornado numerosos balcones y de manera especial los Jardines del Triunfo hasta donde subió el paso de misterio recordando la salida extraordinaria de la Virgen de la Paz con motivo de su vigésimo quinto aniversario, un 24 de mayo. En ese momento la agrupación interpretó el «Ave María» de Giulio Caccini. Tras el paso marchó el consiliario de la hermandad y párroco, Francisco Lorca, acompañado por el vicario territorial, Francisco Tejerizo, quien dirigió la estación frente a la Inmaculada de Alonso de Mena.
Calles del entorno del centro de la ciudad recibieron al cortejo, saliendo a recibirlo los hermanos de San Juan de Dios, los Redentoristas a su llegada al Perpetuo Socorro, la hermandad de los Estudiantes al llegar a los Santos Justo y Pastor donde el paso casi accedió al interior; la cofradía del Cautivo, junto a la Encarnación y la comunidad de MM. de la Inmaculada, en la iglesia de Santiago donde ha permanecido la cofradía en los últimos años. A las doce menos cuarto regresó al cortejo dejando un magnífico sabor de boca en los cofrades y granadinos que lo habían presenciado y fueron testigos tanto del regreso a San Andrés como del centenario de la bendición del Señor.
