La cofradía de los Ferroviarios estrena crestería y reforma de varales del paso de la Virgen del Amor y del Trabajo
Se encuentra ya en nuestra ciudad la crestería y varales reformados del paso de palio de la Virgen del Amor y del Trabajo. Se trata de un trabajo realizado en el taller del artesano cordobés José Antonio Rubio. El desarrollo y explicació de esta reforma la reproducimos, según el texto remitido a nuestra redacción por la hermandad:
El proyecto de diseño del palio de la Santísima Virgen del Amor y el Trabajo de Granada se ha configurado como una revisión de la tradición ornamental granadina del tardobarroco, habida cuenta que conjuga la labor de diversas disciplinas artísticas en su elaboración. Como proyecto unitario, es un guiño a la arquitectura de retablos, la labor del bordado litúrgico catedralicio y la platería rococó de los maestros mayores de los complejos abaciales de la ciudad.
El nexo de unión de todas las fuentes históricas no es otro que la datación de la propia Imagen Titular Mariana para cuyo cobijo va destinado este palio. Partiendo de esta base, todo el diseño gira en torno a un periodo histórico y una conjunción de lenguajes estéticos que pretende acercarse al periodo artístico en el que fue concebida la Imagen de María Santísima, buscando como referencia las huellas del patrimonio granadino pero conjugándolo con otras escogidas por su especial valor plástico y destino concreto.
Descripción General.
De acusados motivos arquitectónicos, el lenguaje estilístico en el que se desenvuelve el conjunto es el tardobarroco, preconizando en alguna de sus formas lo que Centroeuropa terminará acuñando como rococó. Se trata de espacios rectangulares acabados en forma polilobulada y coronados por una fuerte cornisa enmarcada de fuerte molduración e inconclusa, que deriva de los adornos que en forma de cartuchos pusieron en órbita los alemanes de finales del siglo XVII, otorgándole aquí un mayor movimiento auricular. La decoración de acanto responde a los grandes proyectos mobiliarios cortesanos de mediados del siglo XVIII y la conjunción interdisciplinar de bordado, orfebrería, talla, dorado y trabajo en vidrio terminan por configurarle un carácter y una personalidad inéditas en los procesos creativos cofrades.
A grandes rasgos, se ha buscado un diseño concebido en base a trazas que reniegan de las formas clásicas para alojarse en un diseño propiciado por las curvas, contracurvas y espirales y que ha terminado por adoptar la expresiva forma elíptica oval.
Crestería:
Ejecutada en madera sobredorada con elementos de platería, toma como modelo parte de la producción retablística de Francisco Hurtado Izquierdo, en concreto en la ondulación de la cornisa sacada de su Retablo de Santiago Apóstol de la Catedral de Granada, del año 1707. A partir de este modelo la referencia ha sido la perforación de cornisas molduradas y onduladas que en el ático del Retablo de Nuestra Señora de la Antigua de la Catedral de Granada, pieza retablística de 1718, ejecutara Pedro Duque Cornejo (1677-1757). Al fin, la cornisa quebrada y rota que sirve de coronamiento de la pieza en los paños laterales se ha tomado del Retablo Mayor de la Iglesia Abacial de Nuestra Señora de la Asunción en el Sacromonte granadino, obra de Blas Antonio Moreno (1715-1774) como última expresión del barroco a mediados del ya siglo XVIII.
Cartucho o Paño de Bambalina:
De manera meditada, la bambalina adopta formas rectangulares interrumpidas en su final por la ondulación de la misma, en tanto se procura un contraste de planos verticales y horizontales que atenúa y acentúa indistintamente la cornisa o crestería del conjunto, de manera que en este forma polilobulada se inscriban elementos decorativos vegetales inspirados en los procesos creativos del maestro mayor de obras de la Real Cámara de Fernando VI, Antonio de la Calleja, el autor de los diseños mobiliarios para el Palacio Real de Oriente, toda vez se padecía el incendio del primitivo Alcázar. Así las cosas, la sinuosidad de las piezas están relacionadas con los cabinet de Palacio y los roleos auriculares de las sillas de mano de Pedro de Ribera.
El diseño se articula por un elemento vertebrador: los óvalos de cristal que recorren su espacio, obligando a formas de marcado carácter arquitectónico. Cada uno de los paños, queda dividido por la famosa corbata, que descuella de un capitel de madera tallada y dorada, de orden compuesto y confinado a un fleco que subraya la personalidad del palio, al combinar el alamar tradicional con el cairel de cristal, tal y como lució durante décadas este paso de palio, pero en esta ocasión especial y medidamente escogido para no festonear en exceso el conjunto en general, ni la corbata en particular.
Fuentes Estéticas.
-Retablo de Santiago Apóstol de la Catedral de Granada.
-Retablo de la Virgen de la Antigua de la Catedral de Granada.
-Retablo Mayor de la Iglesia Abacial de Nuestra Señora de la Asunción del Sacromonte.
-Cornucopias de Blas Moreno del Real Monasterio de la Madre de Dios de la Orden de Comendadoras de Santiago.
-Mobiliario de Palacio Real de Antonio de la Calleja.
Conclusión.
No hay lugar a dudas de la creatividad del conjunto, en especial porque hasta ahora ningún otro palio procesional ha incluido tan amplio repertorio de especialidades y disciplinas del arte y la artesanía para su ejecución; a ello hay que añadir que el lenguaje estético en el que se mueve el diseño es de una peculiaridad especial, probablemente enmarcado en los epílogos del estilo barroco sin llegar al rococó, pero moviéndose en un lenguaje estético que lo anuncia.
Es de una singularidad especial las piezas de la Retablística granadina escogidas, todas ellas por la carga no ya sólo artística, sino devocional o alegórica. De un lado, Santiago, Patrón de España; por otro, la primera devoción mariana con la que contó la ciudad, la Virgen de la Antigua, sin olvidarnos de la gran fiesta mariana española por excelencia, encarnada en la Asunción y con el Sacromonte, que jugó un esplendoroso papel en la propagación y definición dogmática de la Concepción sin Mancha de la Virgen.
Además los influjos del mobiliario palatino vienen dados por sinécdoque. Si para un espacio áulico fueron diseñados piezas de alto valor estético, cuanto más para un espacio que acoge a la Reina de los Cielos. Sin olvidar que habían de responder a la fecha de datación y filiación que se le ha venido a dar a la Santísima Virgen del Amor y del Trabajo.
Por todo ello, estamos ante un ambicioso trabajo que empleará profesionales de casi una decena de disciplinas distintas orquestadas bajo una estética común para otorgar a la pieza definitiva una personalidad abrumadora y una singularidad nunca vista.