La lluvia obligó a regresar apresuradamente el cortejo del Viacrucis de la cofradía del Santo Crucifijo de San Agustín
El acto piadoso lo presidía la imagen de Jesús Nazareno de las Penas y se vio interrumpido en la octava estación
A las diez menos veinticinco de la noche y cuando el cortejo nazareno de la cofradía del Santo Cristo de San Agustín iba por la calle Marqués de los Vélez, a la orden de la Diputada Mayor de Gobierno, se determinó regresar de manera apresurada hasta su capilla del Santo Ángel Custodio. La lluvia obligó a recogerse pero no descompuso el cortejo en ningún momento y el rezo del resto de estaciones se realizaron en el interior del templo de franciscanas Clarisas, ante la imagen de Jesús Nazareno de las Penas y del Santo Cristo de San Agustín.
Alrededor de cuarenta parejas de hermanos formaban el cortejo del acto piadoso que se abría con la cruz de guía y los dos tramos separados por la bandera penitencial de la cofradía. Tras el guión corporativo escoltado por varas, el director espiritual de la hermandad Francisco Tejerizo, cuerpo de ciriales y acólitos y las andas con la imagen del Nazareno de las Penas, del siglo XVIII, atribuida al escultor Felipe González. Era portada por la cuadrilla de la Virgen de la Consolación, mandada por José Carvajal y se adornaba con rosas moradas, rojas, malvas y tonalidades rosas, además e cardos y distintas variedades de plantas silvestres.
El cortejo había partido a las 20.30 horas desde el interior del templo contemplativo para realizar su itinerario en torno a una parte del barrio de la calle San Antón pero al llegar a calle Afan de Ribera comenzaron las primeras gotas tímidas que no afectaron al discurrir del cortejo. Pero al alcanzar la calle Marqués de los Vélez se determinó acelerar el paso y recogerse a la mayor brevedad posible. Se estaba en el rezo de la octava estación y se terminó de rezar el víacrucis y la salve a la Santísima Virgen ya en el interior del templo contemplativo del Santo Ángel Custodio.
