Interesante y amena mesa redonda de jóvenes promovida por la cofradía de la «Borriquilla».
Interesante y amena la mesa redonda que por espacio de casi dos horas se desarrolló ayer de manera telemática para hablar del tema «Charlando con la juventud» desarrolló la vocalía de Juventud e Infantil de la cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén. Una iniciativa que consiguió vincular a la vez a casi cuarenta cofrades que participaron en la misma y que escucharon las impresiones de miembros y responsables de grupos jóvenes de cofradías de Andalucía. Moderada por Sergio Luque y Amparo Almohalla se abrió un debate en el que contestaron cuestiones centradas en la vivencia cofrade de la juventud en este tiempo de pandemia, la utilidad del grupo infantil y en las hermandades, los jóvenes y la responsabilidad, los adultos y las redes sociales. Temas candentes que contaron con la participación de José Baena, de la cofradía de la Estrella, de Granada; con Juanjo Sánchez, de la «Borriquita», de Motril; con Estefanía Garrido, de la hermandad de laa «Borriquilla» de Jaén; con los sevillanos Alejando Ramírez, de la hermandad de la Sed, de Sevilla y Carlos Marín, de la Redención también de la capital andaluza.
Los grupos jóvenes son en definitiva «una forma de acercarse a la cofradía y participar en ella», señaló Sergio Luque y Estefanía Garrido trasladó la necesidad de «darle participación y protagonismo a la juventud que en este tiempo dificil puede perderse». Se habló de las redes sociales en la vida de las cofradías y la adaptación necesaria por la inmediatez de las citas y convocatorias «que nos facilitan mucho las cosas y los jóvenes debemos transmitir el mensaje de las cofradías y las citas abiertas a todos a través de las redes. Hay que aprovechar las virtudes que tienen» como señaló Juanjo Sánchez.
Importantes frases e impresiones se plasmaron en el desarrollo de la mesa redonda que contó también con otra hermana de la cofradía, la joven Ana López, quien aportó las preguntas que se iban formulando desde el chat paralelo de los seguidores de la mesa. La convivencia entre los mayores y los más jóvenes fue también una aportación importante en la que Carlos Marín señaló que «por el hecho de tener menos experiencia que los mayores tenemos que mirar hacia arriba y saber que los mayores llevan un recorrido más largo en la hermandad y por tanto tienen mas conocimientos. Tenemos que saber escuchar». «Que los jóvenes vean en la hermandad una casa donde convivir», indicaron otros miembros y se recordó que «hoy tenemos mucha vida social y los jóvenes nos olvidamos de la cofradía». Estefanía Garrido indicó que en este tiempo de pandemia «no nos estamos relajando y desde los grupos jóvenes hacemos muchas actividades y llamamientos a la participación».
Se recordaron los momentos difíciles vividos el pasado año con la suspensión de las hermandades, de la formación, del abono de cuotas tan necesaria para afrontar la vida de las cofradías, la acción social en la que ayudan los más jóvenes, del compromiso con la hermandad «que debe ser mayor y no alejarnos de la cofradía sobre todo a eso de los 15 o 16 años». También se apunto que av veces los jóvenes «tomamos una actitud cómoda porque la sociedad no anima mucho a participar en la vida de las ciudades y menos en la vida de la Iglesia» en un ejercicio de autocrítica muy loable.
En resumen casi noventa minutos que terminaron con el saludo de la responsable de comunicación de la cofradía de la calle Elvira, Silvia Franco, y del hermano mayor que también asistió y que saludó a los jóvenes intervinientes, José Antonio Gámiz. Una iniciativa que satisfizo a todos y que seguramente tendrá continuidad.