La Esperanza reinó en Santa Ana
La imagen de Nuestra Señora de la Esperanza presidió durante toda la jornada de ayer sábado el presbiterio de la iglesia parroquial de San Gil y Santa Ana. La Virgen estaba a los pies del altar mayor donde se ha desarrollado durante estos últimos días el triduo a la Virgen preparatorio de esta festividad. Vestía su manto de salida de Casa Garín, de 1928 que restauró y enriqueció Sebastián Marchante en 2004 y se tocaba con la corona de coronación, obra de orfebrería del cordobés, Manuel Valera.
Numerosos hermanos y feligreses acompañaron a la cofradía en este día tan singular, a las puertas de la Navidad, especialmente por la tarde y en la celebración de la Eucaristía a cuyo término se firmó el documento con la parroquia por el que la cofradía de la Esperanza iniciará los trámites ante el Arzobispado a fin de que se designe un equipo de expertos para analizar y estudiar la talla de la Virgen a fin de determinar si es necesario o no una intervención para la conservación de la talla, obra de José Risueño de 1718.