La Virgen de las Maravillas presidió la veneración y Eucaristía en el comienzo del nuevo curso
María Santísima de las Maravillas, Titular de la cofradía de la Sentencia, estuvo expuesta durante toda la jornada a la veneración de hermanos y fieles. Todos cuantos quisieron pasaron ante la Virgen de las Maravillas en San Pedro y San Pablo para contemplar su hermosura y rezar ante ella. A las once de la mañana se ofició la Eucaristía de hermandad y paralelamente se mantuvo la ofrenda solidaria de alimentos no perecederos y donativos.
La imagen de la Santísima Virgen presidía el altar mayor de San Pedro y San Pablo, a los pies del tabernáculo que preside el presbiterio, flanqueada por sendos faroles y orfebrería y treinta candeleros con cera. La Virgen, vestida con encaje de blonda en hilo de oro se presentaba con el primitivo manto de salida, granate bordado en oro por Isabel Garcés y se tocaba con corona de salida, del orfebre Rafael Vílchez y canastillo de orfebrería italiana del XVIII.