29 de abril de 2024
Actualidad

La Semana Santa de Granada ya está pregonada

Manuel Amador empleó 91 minutos para ofrecer su pregón, interrumpido en 25 ocasiones. 

Informa Manuel Tabasco / Redacción GRANADA COFRADE.- El Teatro Municipal Isabel la Católica acogía, como es costumbre en Granada cada primer domingo de Cuaresma, el acto del Pregón Oficial de la Semana Santa del presente año. Poco después de las doce del mediodía se iniciaba con la interpretación desde el foso de la Banda de Música Municipal de Granada, a los órdenes de Ángel López Carreño, de Passio Granatensis y La Niña de Santa Ana, esta última marcha elegida por el pregonero en honor a su devoción a la Virgen de la Esperanza.

La primera persona en tomar la palabra fue Luis Sánchez, amigo del pregonero, que se encargó de acercar la figura del mismo a todos los presentes, sacando una sonrisa y recordando vivencias comunes en torno al mundo de las cofradías y de la Semana Santa. No fue una presentación al uso, como el mismo presentador destacó que le pidió el pregonero, pero sí una presentación cargada de cariño y simpatía que dejaba entrever la buena amistad de ambos.

Ya en el atril, Manuel Amador Moya, pregonero de la Semana Santa de Granada en este año 2020, fue desgranando su texto por espacio de una hora y treinta y un minutos. Las advocaciones y los Titulares de las treinta y dos hermandades de Granada fueron los protagonistas absolutos de un pregón lírico, marcado por los abundantes poemas en donde fueron sucediéndose su amor a dichas devociones junto con los momentos más significativos de algunas de las estaciones de penitencia de nuestras hermandades de Semana Santa, relatando así la “Pasión según Granada” y utilizando el evangelio como hilo conductor todo ello.

Pregón oficial Manuel Amador Moya. 1-marzo de 2020. Foto GRANADA COFRADE

Con estructura de Viacrucis, el pregón lo estructuró en catorce capítulos o estaciones que le sirvieron al pregonero para acercar a los presentes su amor a la Semana Santa de Granada. Comenzó, como ya había anunciado en los días previos, con un poema dedicado a Granada y a la Virgen de las Angustias que le valió el primer aplauso de los veintiséis restantes que cosechó a lo largo de su intervención.

Como un rosario de poesías se fueron sucediendo una tras otra, intercaladas con pequeños fragmentos en prosa en donde el pregonero se apoyaba para dar muestra también de sus profundos conocimientos teológicos, apuntando citas y frases de diferentes Santos de la Iglesia y describiendo por momentos sus sentimientos ante determinadas imágenes o hermandades de nuestra Semana Santa. También hubo momentos para la emoción, ya que el pregonero no pudo contenerse al hablar de la Virgen de la Victoria por la devoción que supone para su madre.

Especial interés y aplausos causaron las poesías dedicadas al Señor de los Favores el Viernes Santo a las 3 de la tarde, la del Santo Cristo de San Agustín o la del Señor de la Misericordia (Silencio), aunque sin duda fue un pregón profundamente mariológico con continuas alusiones a María en sus diferentes advocaciones que terminó elogiando a la Virgen de la Esperanza mientras José Manuel Franco interpretaba con una flauta travesera la composición Pasan los Campanillero, del Maestro Farfán.

Una gran ovación y el público en pie fue el resultado final del Pregón de la Semana Santa, muy del estilo cofrade y muy bien aceptado por los presentes, que respaldaron la intervención del pregonero con diferentes “oles” acompañados por aplausos y el grito final de “pregonero, pregonero”.

Para finalizar el acto, antes de que la Banda Municipal de Música volviera a ocupar el espacio escénico para interpretar la marcha “Virgen del Valle”, también elegida por el pregonero, y concluir con los himnos oficiales de Granada, Andalucía y España, tomaron la palabra tanto el Alcalde de la ciudad, Luis Salvador, como el consiliario de la Federación de Cofradías (en representación de la autoridad eclesiástica ante la ausencia del Arzobispo), José Gabriel Martín, para lanzar sendos mensajes a los cofrades de Granada y felicitar públicamente al pregonero por su pieza oratoria.