24 de abril de 2024
Actualidad

Es Viernes de Dolores

Hemos alcanzado ya, finalmente, la conclusión de la Cuaresma si bien aún restan unos días. En este Viernes de Dolores queremos acordarnos de tantos y tantos momentos vividos en torno a la hermandad y de los hermanos en años anteriores y, por supuesto, en este. Pensábamos que iba a ser más dura y, sin embargo, las hermandades han conseguido armonizar debidamente una cuaresma llenándola de cultos y celebraciones religiosas, algunas citas culturales y espléndidos altares de cultos que en este año y más que nunca han gozado de mayor participación de fieles y hermanos. Sin lugar a dudas los cofrades han rodeado a sus Titulares en estas circunstancias tan difíciles y complejas.

Hoy es Viernes de Dolores y ya está casi todo dispuesto para que el próximo Domingo de Ramos iniciemos la cuenta atrás de ocho días que van a dejar huella entre todos nosotros pero que no va a ser el final de una escala sino la continuidad de la vida en hermandad y a la espera de que los cofrades y granadinos sigan apoyando a nuestras hermandades más allá del tiempo cuaresmal.

Si miramos hacia atrás lejos nos quedan los momentos complejos de meses perdidos. La exposición imposible que nunca pasó del papel, las propuestas bien intencionadas de hermanos mayores sin más futuro que el trazado rápido en el papel, los plenos polémicos y esperanzadores, la pintura errónea para un cartel que ha pasado inadvertido en escaparates y comercios, la fotografía furtiva, el pregón del periodista, el víacrucis de Dolores estático en la Catedral, las cábalas de decretos arzobispales y los conciertos inverosímiles… atrás comienza a quedar una nueva cuaresma que deseamos sea la última sin olor a incienso en las calles, sin cera en viacrucis y traslados y sin pellizco cofrade en las venas. Hemos tenido cuaresma y la hemos vivido con la compañía del anglicismo «streaming» que ha hecho que, por vez primera los cofrades estuviésemos más cerca que nunca en la distancia más larga que nunca.

Ahora solo queda vivir la Semana Santa y soñar con la próxima pasando el río con el agua fresca a través de las coladeras de otros once meses por delante… pero para eso aún resta mojarnos de pleno en una nueva Semana Mayor.