27 de abril de 2024
Actualidad

El Arzobispo Coadjutor, Monseñor Gil Tamayo, reconoce «La gran realidad de nuestras hermandades y cofradías».

«Queridos hermanos, Iglesia de Granada, me pongo hoy a caminar con vosotros, con esta Iglesia que lleva ya un largo camino llenos de santidad y de realidades cristianas vivas y con esperanza ante los retos evangelizadores que se nos presente, sabiéndonos como nos dice el Papa Francisco ser una Iglesia en salida. ¡No somos “administradores de decadencia! ¡Que el pesimismo no nos contamine ni nos paralice! ¡Fortalezcamos la esperanza! Dios no nos va a faltar» señaló en el mediodía de ayer el nuevo prelado coadjutor que gobernará en unos meses la diócesis de Granada. Monseñor Gil Tamayo tomó posesión ayer en el transcurso de una celebración Eucarística  que contó con la presencia de los dos últimos arzobispos de Granada, el cardenal Cañizares Llovera y el actual prelado, Martínez Fernández, además de los 34 obispos y arzobispos y más de doscientos presbíteros.

En sus palabras de bienvenida monseñor Martínez Fernández habló de la «grandeza de la Iglesia de Granada» y agradeció al Santo Padre «la ayuda que me manda». Recordemos que monseñor Martínez presentará su renuncia el próximo 20 de diciembre y cuando el Santo Padre la acepte, ante la sede vacante tomará posesión el Arzobispo Coadjutor pues el nombramiento lleva parejo el derecho de sucesión.

El nuevo prelado, monseñor José María Gil Tamayo, tuvo palabras de reconocimiento hacia la tarea de las hermandades y cofradías y el valor de la religiosidad popular. Pidió «que yo sepa ser buen pastor para esta querida diócesis de Granada. Que como nos dice el Papa sea un pastor vaya “delante para mostrar el camino, en medio para escuchar lo que siente el pueblo y detrás para ayudar a los que están algo rezagados» e indicó también que «¡Qué gran tarea cristiana de fortalecimiento de la fe de nuestro pueblo, de proclamar la primacía de Dios en los hombres y mujeres de nuestra tierra, la que tiene la gran realidad de nuestras hermandades y cofradías! Nos dice el Papa Francisco que “las realidades de la religiosidad popular son encarnadas, porque han brotado de la encarnación de la fe cristiana en una cultura popular. Por eso mismo incluyen una relación personal… con Dios, Jesucristo, María, un santo. Tienen carne, tienen rostros” (EG, 90) y contribuyen a mantener vivo el tejido social de la fe y de la propia ciudadanía en nuestra sociedad tan dada al individualismo y a la fragmentación. La religiosidad popular es una verdadera espiritualidad encarnada en la cultura
de los sencillos. Qué importante es para esta misión potenciar la iniciación cristiana y la educación en la fe. Que gran tarea la labor educativa cristiana tan presente en nuestra diócesis. Qué gran valor el del testimonio de la Vida Consagrada (Vida contemplativa). Así como el del apostolado seglar, de la familia, de la pastoral juvenil y cómo no pensar en el reto que tiene ante sí la pastoral universitaria, con esa riqueza humana y cultural que es para Granada la presencia de tantos miles de universitarios entre nosotros y de todo ello saldrá fruto de la pastoral vocacional. Dios sigue llamando, queridos seminaristas».

En la celebración estuvo el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, acompañado por el alcalde de Ávila, Jesús Sánchez. En representación de la Comunidad Autónoma de Andalucia, el delegado en Granada, Antonio Granados, así como otros representantes civiles y militares.

Monseñor Gil Tamayo finalizó su alocución al término de la Misa Estacional diciendo que «me pongo bajo la protección de Nuestra Señora de las Angustias, Madre y Señora de Granada. “María –decía S. Juan Pablo II, del que el próximo mes de noviembre se cumplirán 40 años de su visita a Granada- es lo que debe ser la Iglesia”. Que ella nos ayude a ser una Iglesia en comunión, en participación y misión compartida, en sinodalidad. Que S. Cecilio, S. Juan de Dios, el beato Fray Leopoldo y demás santos granadinos, intercedan por nosotros».